El Mirador Salto del Gitano es sin duda uno de los puntos de referencia para los amantes de la observación de aves.
Es un mirador a las puertas de parada obligatoria en nuestra visita al parque, la rocas escarpadas y las corrientes de aire que se generan entre las dos crestas rocosas separadas por las aguas del Tajo son ideales para el anidamiento de los buitres leonados y negros, por ello es uno de los mejores observatorios que dispone el parque para ver a estas aves en estado de libertad.
En una de las paredes rocosas la imaginación nos recuerda a la silueta de un guardia civil con su tricornio. Esa forma rocosa forma parte de la leyenda que da nombre a este mirador, El Salto del Gitano.
La cañada real trujillana cruzaba la sierra de las corchuelas por esta zona y aquí confluían multitud de pastores y comerciantes, por ello esta zona de la sierra era la preferida para los bandoleros y sus actos delictivos, la leyenda cuenta que un gitano atemorizaba con sus robos y su navaja a todo el pasaba por aquí, hasta que unos guardias civiles estuvieron a punto de cogerle, pero se les escapó por que dió un salto al otro lado de la sierra cruzando el río dejando a uno de los guardias de piedra…